Fibras de refuerzo

Las fibras continuas y con larga relación de aspecto longitud-diámetro son preferibles para aplicaciones estructurales gracias a sus propiedades mecánicas intrínsecas. Las fibras continuas más utilizadas para aplicaciones estructurales son: la fibra de vidrio, fibra de carbono y fibras de aramida, las cuales se describen brevemente a continuación.
a) Fibra de vidrio: Su estructura a base de silicatos y cal presenta propiedades de resistencia y rigidez de bajas a moderadas. La fibra de vidrio E es la más bajo en la clasificación, seguido del por la S, la cual tiene una relación de propiedades/precio intermedio entre la fibra de carbono y la fibra de vidrio E.
b) Fibra de carbono: Obtenida a partir de la carbonización del poliacrilonitrilo (PAN), la fibra de carbono presenta excelentes propiedades específicas (relación propiedades/peso), aunque presenta fragilidad y baja resistencia a la fatiga. El precio es alto, 25 dólares/m2, y su disponibilidad en el mercado es variable.
c) Fibra de aramida: La fibra de aramida, es la que presenta las mejores propiedades específicas, sobretodo en cuanto a tenacidad y resistencia al impacto y la abrasión. Sin embargo, su alta dificultad de procesado, manufactura y costo, hace que no sea viable en aplicaciones industriales de gran volumen.
La Tabla 2 muestra un comparativo de las propiedades mecánicas entre las principales fibras usadas en la manufactura de plásticos reforzados.
Tabla 2. Comparativo entre diferentes fibras utilizadas en materiales compuestos espaciales [2].