Figura 2. Clasificación de las
matrices poliméricas utilizadas en plásticos reforzados.
a) Poliéster: Estas son las resinas más económicas que proveen al
material compuesto de una interfaz débil, motivo por el cual son poco
recomendadas para aplicaciones estructurales y no deben ser combinadas
con fibras de aramida, fibras de carbono estructural o de alto módulo.
Por lo general funcionan bien con fibra de vidrio para aplicaciones no
estructurales.
b) Viniléster: Estas resinas tienen típicamente un tercio de resistencia
de las resinas epoxi. Tienen pobre adherencia a las fibras de carbono y
de aramida, por lo que tampoco es recomendable para aplicaciones
estructurales. Sin embargo, han tenido auge en aplicaciones estéticas y
contra desgaste o abrasión.
c) Epóxicas: Las resinas epoxi tienen mucho mejores propiedades
adhesivas que las del poliéster y las viniléster. Su adhesión superior
se debe a dos razones principales:
La presencia de grupos hidróxilo polares y grupos éter mejora la
adhesión a nivel molecular.
A nivel macroscópico, las resinas epoxi se curan con una baja
contracción. os diversos contactos establecidos entre la superficie de
la resina líquida y el refuerzo no se ven afectados significativamente
durante el curado. El resultado es una interfaz más homogénea entre
las fibras y resina y una mejor transferencia de carga entre los
diferentes componentes de la matriz. Una alta adhesión entre la matriz
y la fibra es especialmente importante en la resistencia a la
formación de microgrietas.
d) Cianatoéster: Las resinas cianatoéster tienen como ventaja principal
una elevada temperatura de transición vítrea (Tg =
400°C), baja constante dieléctrica, estabilidad térmica y baja
flamabilidad, lo que la hace excelente candidata para aplicaciones
electrónicas y espaciales. La Tabla 1 muestra un comparativo cualitativo
entre la resina epóxi y la resina cianatoéster.
Tabla 1. Comparación cualitativa
de las propiedades de resinas epóxi y cianatoéster.